lunes, 30 de noviembre de 2009

Una Nueva Generación

Primera aventura en el que los jugadores (Miri y Pepe) entran a formar parte de A.D.E.X. En una misión, en principio de rescate, en Nueva Orleans. Y tras algunas aventuras cortas sólo a Miri, la primera algo larguita (nada, dos tardes de roleo).
Octubre del 2010, John Constantine caminaba por las calles de la Cocina del Infierno en Nueva York. Hacía un rato que se había dado cuenta que sombras le acechaban y seguían. En un oscuro callejón un tipo en gabardina negra empujaba una silla de ruedas, un anciano cano, con un mechón pelirrojo le dijo –Constantine, tienes que ayudarnos-.

Hanna bailaba despreocupada, era su noche libre y estaba en un garito con su nueva amiga Julia, mañana volvería a su turno de noche como segurata, pero sobre todo al placer de la caza, aunque habían pasado diez días muy tranquilos a ese respecto. En medio del estribillo de la canción de moda, de repente notó un mensaje mental rompiendo el compas: “Te necesitamos, ven al baño de mujeres, no puedes eludir tú responsabilidad”. Hanna dejó su copa a Julia y se fue hacia el baño, llevaba el cuchillo de plata escondido en la chaqueta de cuero. En el baño, una mujer negra de pelo corto le recibió, le guío fuera hasta un escondido Carven, un hombre en silla de ruedas...

En ambos casos, Carven les pidió ayuda y que al día siguiente estuvieran en un helipuerto, en la 12 con la 43 al lado del Hudson. Su organización, A.D.E.X., les necesitaba. -Es una organización secreta que se dedica a proteger y cazar criaturas míticas o demoniacas, investigar expedientes X, y ese tipo de cosas con las que ambos sabemos que tienes experiencia- les dijo.

Interludio: afueras de Nueva Orleans, noche cerrada, el joven gótico corría por su vida, el sudor hacía correr el negro maquillaje por su cara. Pasó por una manzana de edificios destruida por el Katrina, hace ya unos años. A lo lejos, a más de 200 metros de él cuatro brillos rojos... ¡Ojos!, ya están aquí piensa el chaval, a lo lejos se vio la luz y el bullicio de una calle algo más transitada. Puedo llegar, pensó. Diez segundos después sus tripas salpicaban la oscura calle y su sangre se mezclaba con agua chorreando por la cercana alcantarilla.

Al día siguiente ambos acudieron al helipuerto, allí les recogió un tal agente John Saunders, él mismo pilotó un helicóptero, y tras indicaciones básicas acerca del viaje en helicóptero y un corto trayecto, llegaron a Eyren Island, en medio del Hudson, justo en la frontera entre Nueva Jersey y Nueva York. Allí estaba el Domo, base de A.D.E.X., -Aunque para la ciudad son unas instalaciones para el estudio de la flora y fauna autóctona de Manhattan- explico Saunders.

Allí, les recibió el Profesor Miles Carven, y dos agentes especiales de A.D.E.X., Jason Drake y Vanessa Jordan. Carven les contó que habían estado vigilado a ambos, y los dos tenían el potencial para convertirse en agentes de A.D.E.X. la situación es urgente, dos agentes especiales han desaparecido en Nueva Orleans, y necesitan mandar a tantos como puedan en su rescate. Después de explicarles un poco la estructura de A.D.E.X. Carven les dejó con el agente Saunders para conocer un poco las instalaciones y que se pensarán si aceptar la oferta o no.
Mientras les enseñaba el Domo por dentro, Saunders les contó sucintamente que viene de la N.S.A., donde servía con su hermano, hace años tuvieron un encuentro con una especie de demonio encarnado. Su hermano murió y él perdió un ojo. Entonces como tantos otros agentes de la ley con algún contacto sobrenatural, A.D.E.X. le reclutó.
Les contó también que normalmente los agentes especiales actúan de dos en dos, con el apoyo de los agentes comunes necesarios. Pero que para esta misión acudirían todos los agentes especiales.

Tras reunirse de nuevo con el Pr. Carven, y una oferta económica irrechazable, ambos aceptaron entrar en la agencia. Carven les explicó la misión. Parece ser que una pareja de agentes especiales desapareció. Eran John Allwright (un psicométrico experto en ballesta) y Lucia De la Fuente (una fantasma española del S. XVIII, experta en historia y entes).
Dos semanas atrás empezaron a desaparecer en Nueva Orleans mendigos, camellos menores, borrachos, yonkis, y otros individuos al margen de la sociedad. En una semana desaparecieron 12 individuos de esta calaña, sin dejar rastro, y sin nada que ver entre ellos. De la policía de Nueva Orleans, el caso pasó rápidamente al F.B.I. Y entonces el caso pasó rápidamente a A.D.E.X. El F.B.I. siguió investigando pero pasó el caso al encontrar en un almacén abandonado a uno de los desaparecidos, descuartizado, dentro de un pentáculo. Llamaron sin dilación en el momento que mientras recogían los restos, la cabeza decapitada habló, dijo en perfecto castellano: -El Alma del Sangriento- y escupió sangre. -Allwrihgt y De La Fuente llegaron allí hace 4 días, solos. Se alojaron en el Hotel Grand Eagle en Canal Street. El día siguiente pasaron un reporte. Encontraron huellas de persecución del último desaparecido. Lo más destacado que sacó el agente Allwrihgt fue que estaba completamente atemorizado por una especie de perros gigantes, De La Fuente apostilló que a su juicio más bien hombres lobo. Desde entonces (hace más de 72 horas) no han vuelto a dar señales de vida. No hemos podido ponernos en contacto con ellos, y no volvieron a pasar por el Hotel Grand Eagle.- explicó Carven.
Era la primera vez que dos agentes desaparecen a la vez (por eso lo de ir en parejas), y fuese lo que fuese, Lucia De la Fuente era muy difícil, prácticamente imposible, de capturar o matar. Así que acudirían todos los agentes especiales (dos parejas). Primero a rescatar, si es posible a los dos agentes desaparecidos, y segundo, solucionar el caso, expuso Carven.
Tras la explicación de la misión, en la sala de recreo, ambos se relajaron junto a Saunders y otros agentes. A sus oídos llegaron las primeras menciones y misterios sobre el Dr. Yetov (el médico-científico jefe de A.D.E.X., al parecer, un genio). Luego pasaron una serie de exámenes físicos menores y en cierto punto, paranormales (la cámara enfoca tras una ventana con cristal, y se ve de espaldas a dos doctores, con sus batas y tal, uno normal, el otro enorme).
Tras una noche de reparador sueño, partieron hacía Nueva Orleans. Se hospedaron en el mismo hotel, el Grand Eagle en Canal Street, haciéndose pasar por dos matrimonios amigos, de vacaciones. Investigaron, Allwrihgt y De la Fuente dejaron pagada una semana (aun les quedaban 3 días), y no dieron ningún problema. Era política del hotel no meterse en las idas y venidas de sus clientes, pero parecían buena gente y silenciosos (no han hecho ningún pedido ni llamada en los últimos tres días). Gracias a la habilidad de Constantine entraron en la habitación que ocupaban. Encontraron la PDA de Allwrihgt, pegada con cinta aislante a la parte de arriba de la mesilla de noche de su cama. Figuraba una dirección, en el barrio antiguo, parece ser que donde desapareció el último individuo (un proxeneta y camello), y un documento de Allwrihgt en agenda. “Llamar a la Dra. Korrigan, Lucia piensa que la dominación española de la ciudad tiene algo que ver...”

Tras informar al Domo les llegó esta información:
“En 1682, De La Salle toma posesión de este vasto territorio en nombre de Francia y le da el nombre de Luisiana en honor del rey Luis XIV. En la desembocadura del Misisipí, cerca de la actual Venice en Luisiana, La Salle entierra un plato grabado y una cruz reivindicando el territorio para Francia. En 1699 se establece la colonia de Luisiana (como parte de Nueva Francia), con capital en Biloxi. Pero en 1722 la capital cambia a Nueva Orleans.
El 3 de noviembre de 1762 Francia cede Luisiana a España por el Tratado de París (con la que se ponía fin a la Guerra de los Siete Años). Aun así el 1 de marzo de 1801, Luisiana vuelve a Francia. Así, Luisiana fue española durante 39 años. Poco después el 20 de abril de 1803 Napoleón vende Luisiana definitivamente a Estados Unidos.
Colonización Española: El primer gobernador sólo arribó en 1766; se trataba entonces del célebre geógrafo Antonio de Ulloa, quien sufrió el absoluto rechazo de la población, al creer ésta erróneamente que los españoles venían a cambiar sus usos y su lengua; a Ulloa sucedió don Alejandro O'Reilly, bajo cuyo mandato un grupo de colonos franceses, contrarios a las restricciones comerciales de la nueva metrópoli, se rebeló contra el gobierno español y su "mal vino." O’Reilly, siguiendo órdenes de Madrid, reprimió enérgicamente la revuelta, nada menos que decapitando a los cinco principales sediciosos. Tras eso, la tranquilidad sería absoluta a lo largo de todo el período español. Con algún otro gobernante conocido, pulsar para ver...
Es aceptado por la generalidad de los historiadores que la administración española probó ser más eficaz y progresista que la anterior, por lo que cesaron las peticiones de retorno al control francés. En efecto, España dotó a la ciudad de alumbrado de gas, canales, diques de contención contra las crecidas de río y lago, obras portuarias, policía municipal, enfermería, guardia nocturna, prensa diaria y otros numerosos servicios públicos. El clero y los administradores españoles enviados a la colonia eran escogidos de entre una clase ilustrada y bilingüe, a fin de congraciarse con una población de suyo reacia a la transferida soberanía... Etc., etc., un rollo histórico-político.”


Tras sumar dos y dos, los agentes pidieron a la base información sobre Alejandro O’Reilly:“Alejandro O'Reilly (1722–1794), nacido Alexander O'Reilly, fue el segundo gobernador español de la Luisiana colonial y el primero en ejercer poder militar directo sobre dicho territorio.
Nació en Dublín, donde pasaría su infancia, aunque desde pronto se dispuso a hacer carrera en el ejército. Como muchos irlandeses de su generación, ofreció sus servicios como mercenario a potencias católicas extranjeras, alistándose en el ejército austriaco. Bajo esta bandera tomó parte activa en la Guerra de los Siete Años y participó en varias escaramuzas en territorio italiano. Su buen oficio sería reconocido con un rápido ascenso en la jerarquía militar, alcanzando el grado de coronel. Cuando en 1761 España declara la guerra a Portugal, O´Reilly ofrece sus servicios al Ejército Real Español, al que ya nunca abandonará. Tomando esa nacionalidad. Y llegando a ser Conde de Cádiz y Capitán General de Andalucía.
Corría el año 1769 cuando el gobernador español de Luisiana, Antonio de Ulloa, es expulsado tras una insurrección. El rey Carlos III ordena a O´Reilly y a su milicia restablecer el control español en la colonia sublevada y castigar a los responsables. Al frente de sus tropas desembarca ante Nueva Orleans en agosto de 1769, derrotando a los insurrectos y retomando la colonia como posesión formal de España. Aplicó severos castigos contra los rebeldes, hasta el punto de ejecutar públicamente a sus seis cabecillas en el mes de octubre. Esta represión le granjeó grandes críticas entre la población francesa de la ciudad, donde aún hoy es recordado como Bloody O'Reilly ('O'Reilly el Sangriento'). Después de eso regreso a España, donde disfrutó de sus privilegios de noble y murió en 1794, camino de Francia donde acudía como general de una hueste de ayuda a la nobleza francesa tras la Revolución.”

Con esto, les quedó bien claro que el tal O’Reilly el Sangriento tiene algo que ver... Pero ¿qué?

Tras un escarceo amoroso de Constantine con la recepcionista del hotel, decidieron dividirse en dos. Drake y Harrington acudirían a investigar la dirección, y Jordan y Constantine acudieron al almacén en las afueras, donde la cabeza mutilada habló.

Hanna y compañía encontraron en la dirección un edificio típico de Nueva Orleans central. En los bajos había situado un club bohemio de jazz, El Club Nantes.

Entre tanto Jordan y Constantine en el lugar de sacrificio, investigaron el pentagrama, llegando Constantine, a la conclusión de que era parte de un ritual enorme de magia, que escapaba a su conocimiento.
Esa misma noche, Constantine, entró en contacto con un brujo-mafioso muy poderoso de la zona, un tal Papa Medianoche, tras negociar, exponiendo Constantine que cree que la ciudad corría peligro, Medianoche accedió a ayudarle, poniendo sus conocimientos y hombres a su disposición.

El día siguiente los grupos cambiaron, Harrington y Constantine acudieron a la biblioteca local en busca de datos de O'Reilly. Investigando los arboles familiares de los seis cabecillas de la pequeña rebelión llegaron a la conclusión de que 5 de los 12 desaparecidos descienden de alguno de ellos. Constantine pidió al Domo si podían averiguar dónde estaba situada la mansión de O'Reilly cuando vivió en Nueva Orleans.

Mientras Jordan y Drake investigan al último desaparecido, un proxeneta y camello que solía visitar mucho el Club Nantes.

Interludio: Una huesuda mano borró la imagen del espejo con un ademan... la oscura sala se iluminó con la malevolencia de dos ojos rojos. –López, Héctor, acudid al Club Nantes, necesito tres víctimas más antes de la noche de mañana con su luna llena. El ritual está casi a punto. Además parece que tenemos voluntarios, y muy especiales, como los últimos HOA HOA HOA-.

Esa noche acudieron los cuatro agentes al Club Nantes, era una tranquila velada con una jam session. De repente Vanessa dijo -nos vigilan-, por una ventana cruzó un tipo vestido como un mendigo. Drake propuso dividirse, y que se quedará alguien. Vanessa salió corriendo para no perder el rastro psíquico, y Hanna corrió detrás para no perderla.
En un callejón cercano el mendigo se transformó en un hombre-lobo, tras superar el horror inicial, las dos mujeres se enfrentaron a él. Lucharon en la oscuridad y sombras, Vanessa cayó y el horrible licántropo la agarró y saltó a los tejados de las viviendas cercanas. Descendió al callejón de nuevo, volviendo a la pelea. Ahora Hanna, más preparada le dio lo suyo. El hombre-lobo saltó de nuevo a los tejados recogió a la inconsciente Vanessa y contra la luna casi llena, se lo llevó. Ambos, paquete y porteador, gravemente heridos.

Mientras, en el Club, sonaba jazz. De repente se apagaron las luces, la gente murmuró inquieta hasta que alguien chilló. Otro hombre-lobo inició un avance sangriento en la oscuridad. Constantine hizo surgir una erupción de fuego mágico del suelo pero el licántropo evito casi todo el daño, aunque fue recibido por la katana de plata de Drake, con dos tajos transversales. En ese momento, Drake, se apartó de un salto y la magia de Constantine retuvo al hombre-lobo por unos segundos. La gente salió chillando del garito, mientras Hanna entró contracorriente.

Tanto la katana como el cuchillo de plata, se le posaron en el cuello y columna. Las no muy sutiles preguntas de los agentes fueron respondidas con desprecio. Trabajaba para el oscuro hechicero Conde Alejandro O'Reilly, cuya base estaba situada en un edificio abandonado (por el Katrina) en la 43 con Sasex, justo donde Constantine sospechó, la antigua mansión de Alejandro O'Reilly cuando era gobernador de la provincia. Hanna no muy caritativamente degolló a Héctor, el licántropo.

Los tres agentes se apresuraron al rescate de su compañera acudiendo al edificio de marras. Ahora era un edificio abandonado, locales abajo, oficinas en medio y los dos pisos superiores de viviendas. –En lo más alto de la más alta torre- murmuró Constantine, -Siempre están ahí-. Tras subir seis pisos en sigilo y a oscuras los tres agentes encontraron una puerta en el rellano abierta, grabado en la combada madera había un pentáculo que ya habían visto otras veces. Con las linternas encendidas y las armas preparadas entraron en el oscuro pasillo de la vivienda. Un arrastrar se acercó a ellos, Constantine y Drake se escondieron en una puerta lateral, y Harrington enfrente. Por el pasillo, deslizándose lentamente se acercaba un cadáver andante, un zombie, aun eran visibles sus ropas góticas y jirones de cabello teñido de negro. Tras superar el estupor inicial, Drake le dio un tajo en la corva para ralentizarle, un puñetazo de Hanna le arranco parte de la mandíbula, pero eso casi le costó recibir un mordisco. El siguiente puñetazo de la Cazavampiros le arrancó la cabeza al gótico zombie.

Continuaron el avance por la destartalada y abandonada vivienda. Tras subir un rellano de escalera llegaron a unas recias puertas dobles de madera. Tras prepararse los agentes de A.D.E.X. cruzaron las puertas. Al otro lado una sala grande con pilares a ambos lados, una inmensa cristalera a la izquierda, un par de puertas a la derecha, y una balconada enfrente. La sala estaba llena de zombies, y sobre la balconada tendida en una especie de altar, estaba tendida la agente Jordan, el Conde O'Reilly canturreaba en latín, llevaba ropas de estilo napoleónico y su rostro era como de pergamino, ajado, gris, pegado a los huesos, tras sus cuencas vacías brillaba una malsana luz, -¡Un liche!- maldijo Constantine. López, el otro hombre-lobo estaba cerca, como protegiendo a su amo. El liche tenía un puñal en la mano, y parecía presto al sacrificio.

Todo se precipitó, López saltó de la balconada y encaró al grupo, Constantine también invocó en latín, de la punta de sus extendidos dedos surgió un oscuro humo que se transformó en fuego y explotó en el centro del más numeroso grupo de zombies, estos estallaron en llamas y pedazos. Harrington y Drake comenzaron a avanzar descuartizando zombies.

O'Reilly comenzó a decir en inglés con acento antiguo, apergaminado, reverberante, -No los matéis, con su sacrificio, haré el ritual más poderoso. Esta vez destruiré esta ciudad para siempre, el cataclismo dejará en poco al de hace unos años-. “Así que este hijo de puta fue el que causó el Katrina”, pensó Hanna mientras con una combinación de habilidad con el cuchillo, kung-fu y determinación, tumbaba al hombre lobo y le rajaba la garganta.

Drake sacó sus pistolas y comenzó a disparar al liche, pero sus balas se incrustaban en la carne muerte sin efecto. O'Reilly comenzó a invocar, y un muro de grueso hielo separa la balconada del resto de la estancia. Constantine contraataco haciendo surgir fuego del centro del mismo muro, fundiendo este, poco a poco, al hielo. Hanna se encaminó a las estrechas escaleras de caracol que subían a la balconada, pero en el camino se tuvo que enfrentar a un zombie. Drake comenzó a invocar un pequeño conjuro que haría sus balas mágicas y así tratar de vencer al liche. Este a su vez trato de dominar mentalmente al brujo Constantine y volverlo en contra de sus amigos, pero la voluntad del de Liverpool estuvo a la altura de las circunstancias, de su mano derecha surgieron cuatro golpes de invisible energía que golpearon al no-muerto, este aturdido dejó caer el cuchillo ritual. Otros cuatro golpes mágicos de Constantine agotaron sus energías, pero hicieron que el liche cayera como un muñeco de trapo. La bala mágica de Drake se incrustó en la librería detrás de donde un segundo antes había estado la cabeza de O'Reilly.

Constantine comenzó a buscar como un poseso la filactelia de O'Reilly, murmurando que si no, esto no acabaría. En la estantería tras el altar de sacrificio encontraron notas apartadas, mágicas, pseudo-mágicas, intrascendentes, etc. Excepto una. Un trozo de pergamino (no demasiado viejo) en el que ponía: “De siete veces el mayor de los sacrificios, nacerá en la nueva Babilonia, el demonio de los siete vicios”. Pero nada acerca de la filactelia.

En ese momento agentes de A.D.E.X. encabezados por Saunders irrumpen en la sala por la cristalera y puertas. Más tarde ya en el Domo les fue imposible determinar la antigüedad del escrito. Lo más que consiguieron, es determinar que al ser O'Reilly hispano irlandés, quizá se podría interpretar vicio por pecado, y demonio por diablo... pero quien sabía...

Epilogo: En un pequeño cementerio de Durham (Carolina del Norte) enterraron un féretro vacio en honor de Allwright. A miles de kilómetros, alguien se encargó de esparcir las cenizas de las posesiones de De La Fuente, sobrevolando Toledo, como era su deseo.

jueves, 26 de noviembre de 2009

El Nido de Lord Spencer

Segunda aventura en solitario que he hecho a Miri, llevando al la Cazavampiros Hanna Harrington. Me ha servido para darme cuenta de que es un maquina la jodia :P
Como los demás personajes está hecho con 100 puntos, como hacer uno de 70, pero los 30 sobrantes se podían gastar en características por encima de 20, magia, poderes PSI, y demás “extras”.
Bueno, el “rolato” está escrito por la propia Miri, os dejo con él:

Era una noche tranquila y fría, como todas las noches que había pasado allí. Hanna, tras haber abandonado el cráter que había donde hacía tan sólo un mes se situaba su pueblo Sunnydale, y asesorada por su mentor Phills, se había mudado a Nueva York. “Debes ir a Nueva York Hanna, allí están sucediendo crímenes extraños, les serás de mucha ayuda” le había dicho Phills, [Mucha ayuda.... llevo aquí dos semanas y no he visto ni un solo vampiro... aquí no me necesitan] pensó Hanna.

Había conseguido un trabajo como segurata en un aparcamiento, podría parecer un trabajo arriesgado... pero no era así, era un trabajo aburrido en el que pasaba 8 horas en una caseta con un compañero con el que no se llevaba especialmente bien. De vez en cuando, salía a vigilar fuera de la caseta en busca de algún vampiro al que dar una paliza, pero llevaba ya 2 semanas trabajando y no había visto nada en absoluto... por el momento.
Esa misma noche, Hanna se iba a su casa desanimada cuando de repente.... oyó un grito. Inmediatamente se dirigió al lugar de donde procedía aquel chillido y encontró a un ladronzuelo de poca monta robando a una señora a punta de navaja en un callejón sin salida.
[Vaya, mi gozo en un pozo] pensó Hanna, y sin que el ladrón la oyera le agarró de los brazos por detrás e hizo fuerza, aunque no mucha en realidad, el tipo era un humano, debía controlarse cuando no luchaba contra vampiros. El hombre rugió de dolor, intentó forcejear pero era inútil. Después de un rato, Hanna le soltó para no hacerle demasiado daño e intentar cogerle la navaja, pero el ratero fue más rápido y se la clavó en el brazo... aunque ella casi ni lo notó. Finalmente, le dio un puñetazo que le levantó del suelo y le hizo chocar contra la pared del callejón dejándolo inconsciente, levantó a la señora por si necesitaba ayuda pero estaba bien, por suerte había llegado a tiempo. La mujer se fue agradeciéndole la ayuda y antes de irse, Hanna cogió la navaja y la rompió.
Cuando los caminos de las dos mujeres se separaron y Hanna llevaba andando 5 minutos escasos, oyó otro grito, parecía la misma mujer, así que se apresuró y cambió de rumbo, pero esta vez llegó tarde, cuando llegó ya la había matado... un vampiro.
- Vaya, vaya, yo que me iba a conformar con tan sólo una víctima y resulta que aquí me viene otra. Esto se podría llamar servicio a domicilio, jajaja.- dijo entre carcajadas el vampiro.
- Bueno, veo que estás muy seguro de ti mismo- respondió Hanna - Ven y enséñame lo que sabes hacer.
El vampiro se abalanzó sobre ella e intentó golpearla, pero sin éxito alguno, ella se le adelantó y le dio tal puñetazo que le dejó malherido, pero en vez de quedarse inconsciente, de repente el vampiro se fue haciendo incorpóreo hasta convertirse en una densa niebla negra.
- Dios, odio que hagan eso.- resopló Hanna.
En una fracción de segundo, el vampiro se situaba detrás de la cazavampiros e intentó asestarla un golpe, pero de nuevo, falló, Hanna era muy rápida y tenía una gran percepción. Al esquivarle, le lanzó otro puñetazo que le dejó moribundo. Tirado en el suelo no parecía tan peligroso... Algo le llamó la atención, ¿un colgante de plata? ¿en el cuello de un vampiro? Parecía algo imposible, pero ahí estaba. Lo cogió, parecía un amuleto, y antes de que el vampiro se pudiera recuperar y causara más daños, le clavó su cuchillo de plata que guardaba en la funda de la pierna izquierda.

Se quedó mirando un instante el amuleto, pero el ruido que habían hecho al pelear había conseguido que los vecinos se despertaran. Mientras los vecinos encendían luces y subían persianas, Hanna se guardó el colgante y echó a correr, no la interesaba meterse en problemas tan pronto en la nueva ciudad.
Al llegar a casa, se cambió y volvió a mirar el amuleto, ¿por qué se auto inflingiría con plata un vampiro? Pero el sueño pudo con ella, llevaba trabajando desde las 8 de la noche hasta las 4 y su trabajo extra oficial le había costado 2 horas de sueño. [Mañana llamaré a Phills para ver si conoce el símbolo del amuleto, ahora será mejor que descanse], y sin más, Hanna se fue a dormir.

A la mañana siguiente, tal como pensó, llamó a su vigilante en busca de respuestas, pero no contestó al teléfono, por lo que decidió preguntar por el barrio donde habían acontecido los hechos de la noche anterior por si alguien había visto antes un colgante similar.
Hanna pasó tres días preguntando antes de entrar y al salir del trabajo, pero sin suerte. Hasta que al tercer día, después del trabajo, un proxeneta la informó de que un camello había aparecido muerto hacía unos días con un colgante igual. El camello, al parecer, solía pasar su tiempo libre en un garito en la zona de los muelles, el Noche Húmeda. El único problema era que cerraban a las 5 de la mañana, ya no la daría tiempo a ir esa noche, pero a la siguiente intentaría escaparse dos horas antes del trabajo, confiaba en que su compañero le guardara las espaldas, aunque la verdad era que no se llevaban especialmente bien. Sin más dilación, Hanna se fue a dormir de nuevo a su casa, [Por lo menos hoy he sacado algo en claro] pensó.

Al despertar, llamó a Phills de nuevo, empezaba a estar preocupada por él, se sabía cuidar solo, pero en el mundo en el que se mueven nadie está a salvo.
Por suerte, esta vez, su vigilante contestó al teléfono.
- ¿Dónde te habías metido? – inquirió Hanna.
- Esto... Bueno... he estado ocupado, ya sabes cómo es este negocio. Dime, ¿querías algo en particular?.
Hanna le contó todo lo que había averiguado y él le pidió que le mandara una foto del amuleto para investigar.
El resto del día continuó como todos, comió, vio la televisión y se fue al trabajo con el amuleto en el bolsillo. Al llegar, habló con su compañero, le preguntó si le importaría que saliera 2 horas antes, a lo cual él no puso ningún problema, a cambio él se iría a cenar y llegaría 2 horas más tarde.
Llegaron las 3 de la mañana y Hanna salió disparada al Noche Húmeda. Cuando llegó comprendió el por qué del nombre, no iba con ninguna intención lasciva, era simplemente que se encontraba enfrente del mar y el ambiente estaba muy húmedo, no sabía por qué, pero le alegraba que no fuera un nombre con segundas.
Entró en el pub y estaba atestado de gente, [Parece que éste es el garito de moda del lugar] pensó. Se dirigió a la barra, si alguien había visto a ese hombre, tenía más posibilidades si era alguien que pasara allí todas las noches, es decir, que trabajara allí. Había tres camareros, dos chicos y una chica. Hanna decidió hablar primero con el chico rubio, así que se acercó y le preguntó sin preámbulos si conocía al camello. Al chico le cambió totalmente el gesto, pero su respuesta fue negativa.
- ¿Estás seguro? Llevaba un amuleto como éste. – la cazavampiros sacó el amuleto del bolsillo y se lo mostró.
- Mira guapa, te he dicho que no, si no vas a tomar nada pírate.- contestó el barman algo borde.
La chica fue hacia el lado de la barra de la camarera, pero al mirar hacia atrás vio que al barman antipático le colgaba un amuleto del cuello, se fijó mejor y resultó ser un amuleto igual que el que llevaba en el bolsillo [Con que no lo había visto antes ¿eh?], agudizó más la vista y se fijó en que no se reflejaba en los espejos que tenían donde colocaban las botellas, [Por eso estaba tan nervioso] pensó, y decidió esperar a que cerraran para encontrársele a la salida.
A las 5 cerró el bar y Hanna decidió esconderse tras un camión antes de que el rubio con colmillos saliera, pero él no salió hasta media hora más tarde, aunque no salió solo, iba acompañado de otros 5 chicos, que por lo que hablaban, parecían ser de su misma calaña y querían ir de caza. Al oír aquello, no tenía nada más que investigar, eran chupasangres y ella una cazavampiros, la pelea estaba servida. Salió de su escondite.
- Vaya, vaya, pensábamos ir a por la cena y resulta que la cena ha venido a nosotros.- carcajeó uno de ellos
- Puedes intentarlo si quieres, aunque soy bastante indigesta, aviso.
- Es la chica que me ha estado preguntando antes en el bar, ya verás, te voy a enseñar a no ser tan cotilla.- respondió el camarero rubio.
Se abalanzó sobre ella, pero falló, con lo que Hanna aprovechó y le asestó un puñetazo que le dejó moribundo.
Al ver aquello otros tres vampiros fueron a por ella, a los otros dos no les dio tiempo, pues un hombre castaño con un abrigo de cuero negro se interpuso y sacó un par de pistolas.
A Hanna la llegó a dar uno de los vampiros, pero sólo la hizo un rasguño, esquivó todos los demás golpes y dejó moribundos a los tres chupasangres que la estaban atacando. Una vez moribundos, sacó su cuchillo de plata y les terminó de matar.
Al mismo tiempo, el misterioso hombre del abrigo de cuero se batía contra los dos vampiros restantes. A uno le mató de un par de balazos de plata. Para matar al otro, fue más creativo, sacó una katana que tenía oculta y le arrancó la cabeza.
Al acabar ambas peleas, el sujeto se acercó a Hanna:
- Vaya, no esperaba encontrarme esta noche con una cazavampiros. Y yo que pensaba que iba a tener que proteger a una chica indefensa de un grupo de vampiros...
- Pues ya ves que no. Espera, ¿Has dicho cazavampiros? ¿Cómo sabes tú eso?
- Jaja, soy una caja de sorpresas. Quizá me puedas ayudar con el trabajo. ¿Has visto los amuletos que llevan los vampiros que acabamos de matar?
- Sí, ya lo había visto antes. Lo llevaba un vampiro al que maté hace unas cuatro noches.
- El amuleto lleva un escudo, es el de la casa Spencer. Creemos que es el mismo Spencer que desapareció en el S.XVIII sin descendencia directa, era inglés, brujo, bastante poderoso y ésta es la primera vez que pisa el “nuevo mundo”. Tan sólo hace un mes que se estableció en un nido de vampiros en Nueva York, mi propósito, y el de mi gente, es exterminarlo.
- Bien, ¿y dónde hay que ir a exterminarlo?
- Eso es lo que he venido a averiguar. Por cierto, me llamo Drake, Jason Drake.
- Genial, yo soy Harrington, Hanna Harrington.- respondió Hanna en tono burlesco.
Jason sonrió y comenzó a buscar entre las ropas de los vampiros que acababan de matar. Entre el polvo de los no-muertos ahora muertos, encontró una nota con una dirección: Ático 2 en la 75 con la 5º Avenida.
- Bien, ¿Entonces qué? ¿Vienes conmigo?- preguntó Jason.
- Claro, yo nunca me pierdo una juerga.
Los dos salieron hacia el coche de Jason y mientras conducía, sacó de su bolsillo una especie de manos libres, pero mucho más sofisticado, se lo puso en la oreja y comenzó a hablar. Al terminar, le explicó a Hanna, que estaba algo impresionada con el coche y los aparatos tan lujosos de los que disponía Jason, que el ático había sido recientemente adquirido por un tratante de arte inglés, Lucas Spencer. La compra-venta del mismo había sido llevado a cabo por sus abogados, por lo que no había ningún dato del tal Lucas Spencer.
- Tiene toda la pinta de ser una tapadera de nuestro vampiro favorito.- dijo Jason con una media sonrisa.
Durante el camino, Hanna no pudo resistirlo y tuvo que preguntar cómo sabía qué era una cazavampiros, a quién se había referido al mencionar a “su gente”, cómo podía pagarse un coche y unos aparatos tan lujosos... pero ninguna de sus preguntas tuvo respuesta, sólo evasivas, aunque no la importaba, su instinto la decía que podía confiar en aquel hombre.
Al llegar al edificio donde se encontraba el ático, Jason intentó abrir el portal forzando la puerta con un clip y una navaja suiza, pero no obtuvo resultado alguno, así que Hanna decidió solucionar el problema a su manera, con una patada.
La puerta se abrió de golpe, aunque hizo más ruido del que esperaban, por lo que subieron deprisa al ático y volvió a abrir la puerta del piso del mismo modo, total, seguro que ya les habían oído y estaban alerta.
Para su sorpresa, al entrar no había nadie esperándoles. Era un ático grande con varias habitaciones y un pasillo en forma de L que las unía. Ambos estuvieron de acuerdo en empezar por el principio, así que abrieron la puerta más cercana, que estaba a su derecha, y encontraron a dos necrófagos comiéndose unos cadáveres.
Después de unos puñetazos y unos toques de katana, terminaron con los necrófagos, pero cuando se disponían a salir de la habitación, oyeron voces, se asomaron y eran dos vampiros que se dirigían hacia ellos por el pasillo. Cuando estuvieron lo suficientemente cerca, Hanna y Jason salieron de la habitación, pillando a los dos hombres con colmillos desprevenidos, y se enfrentaron a ellos.
La lucha no duró mucho, una puñalada del cuchillo de plata de la cazavampiros y una estocada de katana de Jason fueron más que suficientes.
Avanzaron por el pasillo asomándose a las demás habitaciones sin encontrar nada. Cuando iban a girar para continuar con la forma de L del pasillo, se percataron de que en la terraza a la que se llegaba mediante el salón, había movimiento.
Fueron hacia el ventanal y allí estaba, era Lord Spencer junto a otro hombre que también enseñaba los colmillos en señal de defensa.
Hanna, como de costumbre, abrió el ventanal por la fuerza y llegaron a la terraza, mas cuando llegaron, Lord Spencer estaba pronunciando un conjuro para que las gárgolas que tenía a modo de adorno en la barandilla cobraran vida [Ahora entiendo lo de brujo poderoso] pensó la muchacha, y las estatuas de piedra, comenzaron a moverse.
- ¿Eres capaz de cubrirme las espaldas un momento?.- preguntó Jason.
- Tranquilo, yo me encargo del trabajo duro.- bromeó ella.
Y el hombre apoyó la punta de la katana en el suelo y sosteniéndola, comenzó a hablar en algún idioma que Hanna no entendía y la espada comenzó a brillar con una luz roja intensa. Mientras tanto, Lord Spencer se refugió detrás del otro vampiro, que al parecer era una especie de sirviente del Lord, y éste se lanzó sobre Hanna con los colmillos preparados para morder, pero sin éxito alguno. La joven aprovechó y le asestó un duro golpe que le dejó malherido y tirado en el suelo K.O.
- ¡No puede ser!.- gritó Lord Spencer.- ¿Cómo has sido capaz de dejar inconsciente a mi mejor sirviente de un simple golpe?
- De pequeña tomé muchos petit-suize.- se burló Hanna
El poderoso vampiro, furioso, atacó, pues ya había finalizado el conjuro, ahora las gárgolas rodeaban a Jason.
Spencer intentó morder a Hanna, pero una vez más, la diestra cazavampiros esquivó el ataque y le dio tiempo a dar un puñetazo que le hirió más de lo que quiso reconocer.
- ¿Se puede saber quién eres tú?.- preguntó algo confuso a la par que asustado.- Bueno, da igual, me has interesado tanto que te convertiré en mi concubina.
- Lo siento, no me gusta la necrofilia.- respondió ella.
De repente todo se volvió algo turbio, el vampiro la miraba fijamente, pero estaba quieto, no intentaba atacar ni defenderse, simplemente la miraba a los ojos [[¡Ah no! Este truco ya me lo sé]] pensó para sí misma Hanna. Movió la cabeza de un lado a otro y salió de su ensimismamiento.
- Lo siento mi Lord, pero conmigo esto no funciona.
Y volvió a darle un golpe que le dejó bastante malherido.
- ¡Imposible! ¡Nunca ante nadie se había resistido a mi poder!
- Nunca antes te habías enfrentado a mi.- respondió ella.
Y cuando iba a golpearle de nuevo... Lord Spencer comenzó a desaparecer y en su lugar había niebla negra.
- ¡Mierda! ¡Odio que hagan eso!.- exclamó
Entonces llegó Jason y con su espada, que ahora despedía luz roja, atravesó el humo y apareció el cuerpo del vampiro, atravesado por la katana.
- ¡Maldito!.- le dio tiempo a decir a Spencer justo antes de morir y convertirse en polvo.
Hanna miró hacia atrás y vió a las dos gárgolas decapitadas, no se había percatado de la lucha de Jason con ellas.
- ¿Cómo has podido atravesar esa piedra tan dura y que tu katana no tenga ni un solo rasguño?
- Magia.- dijo el hombre del oscuro abrigo con media sonrisa.- Parece que te he salvado el culo ¿no?
- Perdona, pero creo que he sido yo la que ha inutilizado a dos vampiros mientras tú jugabas con dos monstruitos.- respondió ella mientras clavaba su cuchillo de plata sobre el cuerpo inconsciente del mayordomo.
- Bueno....- sonrió él.- Entonces, ¿podemos llamarte si necesitamos tu ayuda?
- ¿Podemos? ¡Ah! ¡Claro! Me olvidaba de tu gente. Vale, si necesitas que vuelva a salvarte puedes llamarme.- dijo la chica burlona
- Jajaja, está bien. Oirás hablar de nosotros...

jueves, 5 de noviembre de 2009

Mis pantallas para NSd20

Aquí subo unas pocas fotos de las pantallas que me he hecho (con ayuda de Miri) para NSd20. Como de momento jugamos a A.D.E.X. pues las tres imágenes son de "terror": un vampiro, unos licántropos en Londres y una especie de infierno o algo raro :P

Son tres cuerpos apaisados de algo menos de un folio DIN-A4.

Cartulina negra, los dibujos por un lado, las tablas (las que a mí me parecen más útiles y en el orden que yo quiero) por el otro. Forrar con papel adhesivo transparente y ¡tachan! Las pantallas más baratas de mi vida, y las que en cuanto a contenido de tablas, más me gustan.

Un abrazo,
Jason Drake.-


lunes, 5 de octubre de 2009

Noche en L.A.

Primero una breve descripción del personaje de Miri: Hanna Harrington, está inspirado en Buffy Summers. Partiendo del mismo concepto. Es "La Elegida", la "Cazavampiros" de esta generación. Es físicamente perfecta, FUE, DES y CON 24, y tiene Regeneración que junto a la Dote Vigor la hace curarse muy rápidamente de casi todo daño. Bueno os dejo con una imagen suya y el relato de la mini-aventura:

Hanna se escondió un poco mejor contra la mampara que sujetaba el neón del club/bar “Nightraser”, zumbaba el neón de color chillón junto a su oído. La fluorescente luz la cegaba un poco, pero no debía de quedar mucho. De hecho no quedaba nada, el último vampiro salió corriendo del bar mirando por encima de su hombro. Dentro en el bar, Hanna le acababa de apalizar, a él y a dos compañeros más, sus amigos estaban muertos, Hanna los había empalado en el baño de chicos, la señora de limpieza, mañana, la maldeciría por tener que barrer literalmente kilos de polvo. Luego hábilmente Hanna había desaparecido... El anzuelo estaba tirado, a ver si picaban. Justo, el vampiro superviviente sin saberse observado corrió como alma endemoniada a su guarida, justo lo que la Cazavampiros quería. Iba a ser una buena noche.


Había llegado a Los Ángeles siguiendo una serie de desapariciones, que señalaban al “Nightraser”, parecía cosa de vampiros, así que seguramente lo fuera. Cogió un avión y a la noche siguiente estaba tomando birra en el club de marras.
Cuando hace un año notó que estaba “cambiando”, que su fuerza, agilidad y resistencias crecían exponencialmente, nunca sospechó que se dedicaría a esto... Pero aquel viejo en New Jersey se lo dijo: -Eres la Elegida muchacha, no puedes luchar contra eso-, -¿Elegida? ¿para qué?- preguntó Hanna. La respuesta vino sola. De repente su vida se volvió un caos, se llenó de criaturas malignas, seres de pesadilla y otras cosas que jamás pensó que existirían, y de vampiros, sobre todo de vampiros. Sea como fuere, parecía sufrir una desazón que la impulsaba a cazarlos, matarlos, exterminarlos, y el caso es que se le daba bien.

Hanna siguió al vampiro en sigilo por las afueras desiertas de Los Ángeles, llevaba preparada la ballesta con el virote impregnado en sangre de muerto. Esto no funcionaba con todos los vampiros, pero los más débiles, los más “jóvenes” se quedaban paralizados y atontados, para ellos era como veneno. Con los más fuertes y expertos, no solía funcionar, más allá de aturdirlos si acaso. Aun así éste era rápido, pero no especialmente fuerte... ¡ni listo! La estaba llevando justo a su nido, como ella quería. El vampiro saltó el muro de dos metros que protegía un cementerio, la Cazavampiros saltó un minuto después, si cabe con más agilidad que el vampiro.

Le siguió por el mortecino cementerio, sorteando tumbas y mausoleos. Cuando el vampiro se paró delante de la puerta de un mausoleo especialmente grande y comenzó a abrirla, ya era demasiado tarde para él.
Un virote sobresalía de su espalda, se quedó paralizado, tres segundos después su cabeza cayó al suelo del cementerio con un silencioso *plof*. Hanna abrió la puerta. Unas escaleras descendían, encendió una linterna y comenzó a bajar.
Apartó unas telarañas con su mano izquierda (armada con su cuchillo de plata). Un ruido delante *clanck*, una voz sedosa teñida de acentos lejanos en el tiempo y el espacio, -Hijos míos, ¿habéis vuelto?-, Hanna enfocó con la linterna, un ser alto (casi dos metros), extremadamente delgado, y con la piel como pergamino, la miró como cubriéndose los ojos con la mano, protegiéndose así de la luz. -No, son las pizzas de plata que pedisteis-. El vampiro gruñó enseñando los colmillos.
Comenzó la pelea, Hanna hábilmente hirió al padre-vampiro con el cuchillo de plata impregnado de sangre de muerto en el muslo, el vampiro gruñó pero no se quedó paralizado, dio un puñetazo a Hanna que la hizo atravesar toda la estancia (ocho metros), estaba tirada en el suelo y aturdida. El vampiro se acercó a ella como medio levitando (o eso le pareció a ella por el golpe), sus ojos rojizos la miraban profundamente escrutándola, intentándola dominar. Hanna reaccionó, y le lanzó el cuchillo al estómago, el vampiro abrió mucho los ojos saliendo de su concentración. Hanna se levantó de un salto, y le pateó la boca con una giratoria de kung-fu. Impulsada por el giro sacó una estaca y le atravesó el corazón. El viejo vampiro cayó hacia atrás murmurando -no... tras siglos de existencia, tras eones de no-vida, después de *Choff*...- no acabó pues la suela de la Cazavampiros le aplastó el cráneo. –Oh! Cállate de una maldita vez-. Entretenida noche en Los Ángeles, cada vez la gustaba más el trabajo.

Blog de A.D.E.X.

Pues nada, creado queda el Blog para seguir las aventuras de A.D.E.X. que hagamos. Lo utilizaré como diario de campaña y para poner PNJ, notas, bases, etc, etc. En breve subo la primera misión que le hice a Miri.

Un abrazo,
Jason Drake.-